Si nos vamos a lo que nos dice la ciencia,
¿cuántas calorías debe tomar un niño cada día? ¿Y cuántas corresponden a la
merienda? La cantidad de calorías que necesitan depende de su edad; a los 2-3 años con unas 1000 kcal al día tendrán
suficiente, pero de 4-8 años necesitarán en torno a 1500-2000 en función del
sexo. Del
total de las calorías diarias, sólo un 10-20% deben corresponder a la merienda.
Así que estamos manejando unas 100-200 kcal para los más pequeños y unas
150-400 kcal para los mayores. ¿Alguna vez habéis leído las etiquetas
nutricionales de lo que les damos a nuestros hijos? Pues aquí os pongo (de
arriba abajo) etiquetas nutricionales de famosas galletas, mezclas de esas de
frutas trituradas (que nos venden como sustitutos de la fruta y tan de moda
ahora para facilitarlo todo) o zumos industriales, que no paramos de ver en las
bocas de los más pequeños de la casa a la hora de la merienda:
Mirad las calorías por cada 100 g o 100 ml y
sacad cuentas, ¿os parece normal? A mí no me sale la cuenta (eso sin contar la
barbaridad de grasas y azúcares que contienen proporcionalmente). Grandes
nutricionistas como Julio Basulto o Juan Revenga indican que
debemos evitar aquellos alimentos que entre los primeros ingredientes de su
composición aparezcan azúcares, tampoco dejan de recordarnos que es fundamental
consumir alimentos lo menos procesados posible, tanto para mayores como
pequeños.
Los niños son niños, les gustan las cosas
llamativas (bien se encarga la industria alimentaria, con su publicidad, de
hacer bastante llamativos los alimentos menos útiles nutricionalmente), les
gusta lo que tiene su amigo. Si por ellos fuera, estarían tomando “marranerías”
a todas horas, están machacados con la publicidad. Nuestra misión es
enseñarles, debemos guiarles en qué es lo mejor para ellos. La
alimentación y la adquisición de hábitos saludables en la infancia es
fundamental para prevenir la obesidad en la edad adulta; de hecho se habla que
los 1000 primeros días de vida (3 años) son tremendamente importantes para el
resto de la vida.
Entonces, ¿qué hago? Pues cambiar el chip. Sigue
5 recomendaciones básicas:
- Debemos tomar, al menos, 5 piezas de fruta y verdura al día, y la merienda es un momento genial para tomar una ración. Cuanto más colores y más llamativa se lo hagamos parecer mejor. Hace días puse fotos de algunos “dibujos” que hacemos en casa con trocitos de fruta cortada, pero seguro que en internet encontráis millones de fotos con sugerencias para hacer la fruta atractiva a los niños.
- Los zumos de frutas, industriales o no, NO sustituyen a una ración de fruta en trozos.
- Evitar alimentos azucarados o tomarlos de manera puntual. Son igual de bollería industrial los croissants como las galletas tipo María; los zumos, sean sin azúcares añadidos o de esos que llevan leche, llevan muchísimo azúcar.
- Evitar alimentos procesados o tomarlos lo mínimo posible. Todo el fiambre no es igual, mucho mejor un buen bocata de jamón serrano que uno de mortadela.
- La bebida oficial es el AGUA.
En casa, tengo un poco de todo; un loco
apasionado de la fruta y un niño que con 3 años comienza a disfrutar de la
fruta, porque lo ha visto en casa y porque lo hemos trabajado mucho. Así que,
llegada la hora de la merienda, negociamos (bueno, la fruta no es negociable).
De merendar hay fruta y algo más; un bocadillo pequeñito, un lácteo, frutos secos
(por favor, CUIDADO con los frutos secos en los niños más pequeños, son la
causa más frecuente de muerte por atragantamiento, así que prohibidos los
duros, les podemos dar pasas, ciruelas, orejones; otro día lo desarrollamos más
el tema) ¿Y dónde quedan las galletas? Bueno, pues algún día también pecamos
con galletas, es normal, pero ellos ya saben que eso es sólo de vez en cuando,
¡no todos los días son fiesta!
Yo también trabajo, voy con prisas siempre y sé
que es mucho más fácil para los papás darles cualquier cosa que compremos o
tengamos en casa “prefabricada”, pero cuidado. Lo mismo que invertimos en educación,
debemos invertir en salud, y la alimentación es salud. Vamos a invertir tiempo
en la alimentación de los pequeños de la casa. ¿Intentamos cambiar el chip?
Hasta la próxima,
Dra. Matilde Zornoza Moreno (Pediatra2punto0)
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