martes, 5 de julio de 2016

La vitamina D no es para que se cierre la fontanela

Vamos a la primera revisión del pediatra con nuestro bebé, agobiados, miles de preguntas en la cabeza. Nos manda unas gotas de vitamina, ¿para qué serán?, ¿no serán las famosas gotas “para que se le cierre la cabeza”? Pues bien, vamos a ver qué son realmente y para qué sirve de verdad la vitamina D.
La vitamina D es una vitamina liposoluble, es decir, se disuelve en la grasa. Hay muy pocos alimentos que tengan vitamina D de manera natural (sobre todo los pescados azules), así que la mayor parte de la que necesitamos la sintetizamos en la piel con la exposición al sol. Sea de una manera o de otra, esta forma de vitamina todavía “no funciona”, por lo que tendrá que pasar por el hígado y el riñón, en los que sufre una serie de cambios hasta que se activa.
Todas las vitaminas tienen su función y la vitamina D sirve, principalmente, para mantener el equilibrio del calcio y el correcto funcionamiento de los huesos. Además, regula otra serie de funciones de las células. Parece importante, ¿no? Pues es muy importante. Una falta severa de vitamina D produce raquitismo en los niños y osteomalacia en los niños y adultos. Una falta no tan severa contribuye a que desarrollemos osteoporosis y tengamos mayor riesgo de fracturas cuando seamos mayores. Todos sabemos lo que es la osteoporosis, pero ¿qué son el raquitismo y la osteomalacia? El raquitismo es una enfermedad que asocia reblandecimiento y debilitamiento de los huesos en crecimiento, causado por una falta de vitamina D, calcio o fósforo. Los niños con raquitismo tienen dolor en los huesos, pérdida de fuerza muscular, deformidades de los dientes, más fracturas óseas, estatura baja y deformidades del esqueleto o del cráneo (dentro de las que destaca la fontanela grande y con cierre retrasado). La osteomalacia es algo parecido, pero en los huesos delos más mayores que ya están formados.  
Muy bien, pero ¿qué son las fontanelas esas? Pues las fontanelas (o molleras) son los puntos de unión de unos tejidos elásticos (suturas) que quedan entre los huesos de la cabeza del bebé durante los primeros meses de vida. Las suturas y fontanelas deben quedar abiertas durante unos meses para que el cráneo y el cerebro del bebé puedan crecer correctamente. Hay dos fontanelas, una en la parte superior del centro de la cabeza y otra en centro de la parte de atrás. Tanto las fontanelas como las suturas se convierten, gradualmente, en hueso cerrado y sólido. La fontanela posterior generalmente se cierra a los 1 o 2 meses o puede estar ya cerrada al nacer. La fontanela anterior generalmente se cierra entre los 9 y 18 meses.
Pero a mí me ha dicho mi vecina que esa vitamina sirve para cerrar la fontanela, ¿es cierto? Pues no he encontrado ningún estudio médico que mida como resultado el tiempo que tarda en cerrarse la fontanela anterior en niños que se les ha dado preventivamente la vitamina D. Ahora sin ciencia, mi opinión personal, ¿de dónde viene la asociación vitamina D-cierre de fontanela? Creo que, ya que dentro de los signos de raquitismo está el que no se cierre la fontanela y eso es algo que los padres ven y/o entienden (mucho más que darle una vitamina para prevenir una enfermedad rara y muy poco frecuente en nuestro medio), alguien lo empezó a explicar así y “se nos ha ido de las manos”. La vitamina D es para prevenir el raquitismo y la osteomalacia (entre otras cosas).
¿Y cuándo o cómo se la doy? ¿Hasta cuándo? Pues no os creáis que ni entre nosotros mismos nos ponemos muy de acuerdo. Cosas que parece que tenemos claras, hasta que haya nuevos datos disponibles.

  • Los menores de un año que toman pecho o leche de fórmula deben recibir un suplemento de 400 UI/día de vitamina D, comenzando los primeros días de vida. Estos suplementos se administrarán hasta el año de vida o hasta que el niño tome 1 l diario de leche.
  • Los niños mayores de un año, de forma general, con un ratito de exposición al sol es suficiente para la adecuada producción de vitamina D. En época cálida con 10-15 minutos entre las 10h y las 12h, en rostro y parte de los brazos expuestos al sol (sin protección de ropa o cremas) será suficiente.
  • Los niños prematuros también necesitan suplemento de vitamina D hasta el año de edad.
  • También son grupos de riesgo los niños de hijos de madre vegetariana, niños de piel oscura o con poca exposición al sol.

El suplemento se debe comenzar a dar los primeros días de vida. Como la primera revisión en la Región de Murcia es entre los 15 días y el mes, ahí es cuando empezamos a darla. La hora del día da igual; yo suele recomendarles a los papás que las pongan con el peine o con las cosas del baño, en un sitio que las vean, porque si no la mayoría de días se les olvidará. Habitualmente solemos recomendar que se den directamente en la boca con el gotero o con una cucharita. Si alguna vez las habéis visto, son aceitosas, así que nunca se mezclarán con la leche en los niños que toman biberón y no sabemos cuánta cantidad toman. 
Como de cualquier medicamento hay varias marcas, ¿son todas iguales? Obviamente no. Hay dos compuestos, la vitamina D2 y la D3. Yo uso siempre la D3, pero conozco compañeros que usan la D2; cuidado, la D3 es 1.7-3 veces más potente que la D2, así que no son las mismas dosis. Nunca te compares con la vitamina que le está dando tu amiga a su hijo, no vaya a ser que no sea exactamente igual y os liéis. Hay distintas marcas comerciales, en función de la que usemos serán entre 2 y 6 gotas al día. La vitamina D es segura hasta cierto punto, si nos pasamos mucho de dosis, al ser liposoluble (y no eliminar su exceso por la orina) los niños se pueden intoxicar (yo he visto ponerse niños muy malitos por pasarse con la dosis de vitamina D).
Hasta la próxima,

Dra. Matilde Zornoza Moreno (Pediatra2punto0)

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